Se expresa haciendo que sean los demás quienes adquieran compromisos mientras él se desliga de sus responsabilidades.
Nunca se arriesga en las relaciones, por eso siempre son los otros los que pierden.
Atribuye a otras personas sus rasgos, intenciones y deseos negativos. Ignora y minimiza a los otros, llegando incluso al maltrato psíquico.
Se enoja, se hace el agraviado, para hacer sentir culpable al resto. De esa forma, consigue que actúen de la forma en que le conviene.
Difama, descalifica y cuenta historias negativas sobre las personas que le interesa neutralizar. Con frecuencia, pretende sentirse superior.
Amenaza abiertamente, sugiriendo que si no se hace lo que recomienda se sufrirán temibles consecuencias.
Cuando no sabe algo, proyecta su ignorancia en los demás y presupone que deberían saberlo.
Delega la solución de sus problemas en los otros. En el fondo cree que triunfar en la vida es justamente eso.
No sabe dialogar ni negociar: o impone su punto de vista o se calla porque no le interesa otra opinión.
Se hace la víctima para generar sentimientos de culpa en los que lo rodean y colaboran en sus fines.