La verdad es que creo que con mis parejas me he portado muy bien. Puede que eso lo digamos todos. Porque al fin y al cabo si uno no se alaba ¿quién le va a alabar? Pero me refiero a echarnos piropos a estas horas de la tarde a nosotros mismos, si no que hoy quiero hablarles del tema de los regalos, precisamente porque este fin de semana he estado hablando con una amiga que tenía un cacao en su cabeza acerca de lo que ella quería hacer y lo que «es políticamente correcto en una relación«.
La historia es la de siempre. . Y no podemos acordarnos con un simple te quiero, si no que debe haber algo material de por medio. Llámenme rara si quieren, pero a mi eso de comprar porque lo marca el calendario no me va nada. De hecho, compro algo porque me apetece.
Por eso casi siempre, procuro cuándo inicio una relación dejar estas cosas claras. Primero, porque suelo olvidarme de las fechas, y segundo porque no quiero que un calendario me marque cuándo debo o no debo querer a alguien. Así, para mi un plan perfecto para una fecha señalada puede ser el mejor regalo del mundo y el más caro, pero también puede ser un simple beso y una buena comida en casa, o toda una tarde de sexo. Todo depende del día, pero no del que me marque el calendario. ¿Ustedes cómo viven las fechas especiales?