De seguro que en su día a día, pero hoy más que es San Valentín, cada uno de ustedes ha dicho más de una vez la expresión media naranja, y no precisamente de esas que usamos para hacer zumo. Hoy en pasiones nos hemos vuelto curiosos y queremos saber de donde viene este proverbio del que todos nos hemos hecho parte sin pensar a que de verdad nos estamos refiriendo, y creo que la historia de lo que significa ser mi media naranja les va a gustar.
Tenemos que remontarnos a la Antigua Grecia, a aquella época de pensamiento puro para ver de donde nos viene este término de amor de ser la media naranja. Y es que resulta que un filósofo de la era, Aristófanes creía que antes de ser como somos, los humanos éramos redondos, con dos caras, cuatro piernas y cuatro manos, vamos, dos seres en uno.
Todo esto era la perfección absoluta, por aquello de que los griegos admiraban la figura del círculo por encima de las demás. Hasta que un buen día los humanos decidimos pelearnos con los dioses, y su ira acabó partiéndonos en dos y obligándonos a vagar por el mundo en busca de esa «media naranja» que en un pasado formaba parte de nosotros y con la que nos complementamos. ¿A qué es curiosa la historia? Pues ahora a presumir de sabiduría y a contársela a todo el mundo.
