Para la psicología, las bombas emocionales son episodios concretos que surgen en nuestra vida, ya sea de forma planificada o espontáneamente, y que nos provocan una enorme plenitud (como por ejemplo, tener un hijo, casarnos…). En el ámbito laboral, se ha tomado este concepto para crear nuevas estrategias de motivación de equipos de trabajo. Algunas empresas importantes se inclinan por generar situaciones que desencadenen el entusiasmo de sus empleados y los motiven a disfrutar más de sus tareas. Algunas bombas emocionales pueden ser:
Actividades grupales inesperadas: Cuando se proponen actividades fuera de la oficina, se rompen las dinámicas cotidianas y se amplía el potencial emocional de los empleados. Los juegos de estrategia, de rol o deportivos, el psicodrama o los brainstorming (tormentas de ideas) facilitan la mejor interacción entre todos los miembros del equipo.
Mensajes de los directivos de la empresa: Un cálido saludo de fin de año, unas felicitaciones a tiempo o algún tipo de señal de reconocimiento siempre resultan un estímulo importante para los empleados. A todos nos gusta ser tenidos en cuenta, y más aún por nuestros superiores. Si no estamos acostumbrados a este tipo de actos, un mensaje del presidente de la compañía puede impactarnos y renovar nuestras ganas de trabajar.