Para disfrutar de la compañía de otros, explicaba el gurú Osho en sus charlas alrededor del mundo, «no es necesario estar rodeado de la multitud ni del barullo social; unas pocas relaciones íntimas son suficientes, pues satisfacen de verdad«. La cantidad de relaciones no suplanta la calidad del buen amigo, según este maestro: «Podéis tener mil y un amigos, que no compensarán un único amigo de verdad«. Pero la verdadera intimidad de una relación auténtica nace del silencio.
«Es necesario que desaparezca el delirio de hablar todo el día, de cotillear de manera innecesaria. Quizá no habléis mucho, tal vez os convirtáis en personas de pocas palabras, pero esas pocas palabras serán importantes.Y en ese momento, sólo permanecerán las relaciones verdaderas, que son las valiosas«, decía Osho.