El Hikikomori o síndrome del autoencierro (II)

Como comenzamos a explicarles en el día de ayer, el término Hikikomori significa aislamiento. Surge a partir de la observación de adolescentes o jóvenes que se ven abrumados y se sienten incapaces de cumplir los roles sociales que se espera de ellos, por lo que reaccionan con un aislamiento social. Entonces: ¿Cómo detectar un caso de aislamiento patológico?

Es un proceso que comienza lentamente y durante la infancia se caracteriza por tristeza, desánimo, baja autoestima, falta de interés en actividades usuales durante semanas o meses. Muchas veces, no muestran los signos típicos, sino que lo manifiestan con problemas en el comportamiento: irritabilidad, agresividad y problemas escolares. Luego, en la adolescencia, la retracción comienza de forma gradual. A menudo se encuentran tristes, pierden a sus amigos, se vuelven inseguros y tímidos. Sienten miedo al fracaso y a enfrentar al mundo que los rodea. Mantienen contacto con el mundo exterior a través de Internet, la televisión y los videojuegos y chat. Comienzan por aislarse en su casa hasta llegar a encerrarse en su habitación. Sienten hostilidad hacia su entorno. Así van empobreciéndose intelectualmente, anestesiándose en lo afectivo y perdiendo los referentes sociales y morales.

¿Qué dicen los chicos?

Dicen que su vida escolar es miserable.

Se sienten fatigados por el estudio.

Sienten acoso moral por parte de sus compañeros.

Se sienten muy exigidos por sus padres, y no creen poder cumplir con las expectativas de ellos.

Dicen no tener una buena comunicación con sus padres.

Se sienten incomprendidos.

Estar atentos ante los primeros síntomas de aislamiento, porque éste es progresivo.

Comienzan a estar irascibles, a desvincularse de sus amigos y a desinteresarse por las actividades que antes les atraían y a querer faltar al colegio. En este punto hay que tratar de poner límites.

Entender que los límites implican amor, contención y seguridad y que protegen al joven de sus impulsos.

Tener un contacto constante sin invadir su espacio.

Reintegrarlo de manera gradual al medio.

Los padres tienen que consultar a un profesional para ser orientados por un especialista en el tema.

Es necesario pedir la colaboración de la escuela.

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