Desmienten la caducidad del amor

Tres meses, tres años… Hasta hace poco, diversos estudios científicos habían dado como buenos diversos plazos en los que, o por la bioquímica o por la psicología, el amor tenía fecha de caducidad, la vida amorosa según estos informes era breve y concreta. ¿Qué era lo que mantenía, entonces, a las parejas de larga duración juntas? El sexo, las costumbre, la conveniencia económica… Y no, el amor no se asomaba en esas respuestas.

Ahora llega un estudio que refuta lo que ya era parte de la sabiduría convencional: el amor puede durar toda una vida. En esta ocasión, por lo menos, 20 años.



Helen Fisher,
una antropóloga, escaneó los cerebros de parejas con poco tiempo de haberse declarado «enamoradas» y de parejas de larga duración (mayores de 50 años con más de 2 décadas de relación). Los resultados no dejan de ser sorprendentes y un punto a favor de los creen en cuentos de hadas.

La actividad cerebral de quienes están recién enamorados como de quien lleva 20 años o más de pareja, es prácticamente la misma.


«Cuando nos enamoramos, en nuestro cerebro se activa una zona que produce dopamina, un estimulante natural del sistema nervioso que nos hace enfocarnos, mentalizarnos, tener más energía y movilizarnos hacia nuestro objetivo: la persona amada»
, precisa la doctora Fisher.

La única diferencia entre el cerebro de las parejas de larga duración y los recién enamorados es que los últimos presentan, además, una gran actividad en zonas relacionadas con la ansiedad.

Fuente | El Universal

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