De «eso» no se habla en el trabajo

Y esta vez lo sugiere la ciencia. El Journal of Applied Psychology, ha publicado un estudio desalentador para aquellos que quieren matar dos pájaros de un tiro y buscan en el amor en el escritorio más cercano: llevar el sexo al trabajo, así sea sólo charlar acerca de él, deprime.

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Moral baja, depresión, baja autoestima, ausencias injustificadas… Escuchar chistes sexuales, recibir coqueteos y participar en discusiones sobre la intimidad sexual en el trabajo daña al 75% de las personas. Apenas una cuarta parte de los 1.200 participantes en un estudio realizado por investigadores de la Rotman School of Management de la Universidad de Toronto y de la Sauder School of Management de la Universidad de British Columbia. ambas en Canada, arroja desalentadores datos para quien gusta de referir sus hazañas en la cama o contar chistes verdes a la hora del trabajo.

La mayor parte de la gente se siente intimidada al llevar la relación de pareja y sus incidencias al terreno del trabajo, y es que este tipo de actitudes se relacionan con personalidades dominantes y posesivas, que todo rehuimos dentro y fuera del trabajo.

La conclusión más importante del trabajo es que las bromas y charlas sexuales no mejoran el ambiente de trabajo ni fortalecen los vínculos entre compañeros.

De manera que, sí, es inútil insinuarse.

Fuente | Cooperativa

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