Curiosidades del cerebro femenino (II)

¿LA MUJER ES MAS VULNERABLE A LA DEPRESIÓN?

Esa vulnerabilidad surge cuando comienzan los ciclos menstruales, al parecer a causa de las fluctuaciones hormonales. Los científicos creen que, al mismo tiempo que las hormonas permiten a la mujer tener esa mayor sensibilidad para captar y responder ante las emociones, también las hace doblemente propensas a sufrir depresión.

¿EXISTE LA FAMOSA INTUICIÓN FEMENINA?

Está comprobando que tiene una base biológica. Las mujeres podemos ser más intuitivas y más empalicas. En parte se debe a esa capacidad para leer expresiones faciales y distinguir matices en los tonos de voz, pero intervienen otros factores. Los estudios sobre imágenes cerebrales muestran que, al observar o imaginar a otra persona en un estado emocional concreto, se pueden activar automáticamente actitudes similares en nuestro cerebro.

¿POR QUÉ LAS MUJERES NO MUESTRAN SU AGRESIVIDAD ABIERTAMENTE?

Hombres y mujeres pueden sentir el enfado y la rabia con la misma intensidad. La diferencia está en cómo la canalizan. El hombre tiende a entrar más en conflicto y a pelearse. De hecho, sus circuitos cerebrales lo hacen más propenso a la agresión física. La mujer parece evitar el conflicto, lo cual no quiere decir que no sienta esa agresividad.

¿TODAS LAS MUJERES TIENEN INSTINTO MATERNAL?

Biológicamente, todas poseen el potencial de tenerlo, pero la realidad demuestra que no todas lo desarrollan o, simplemente, no sienten interés por tener hijos. Lo que sí parece es que el contacto con bebés puede estimular en el cerebro la liberación de hormonas que inducen al deseo de tener un niño.

¿LA MATERNIDAD CAMBIA EL CEREBRO DE LA MUJER?

La maternidad transforma los drcuitos cerebrales femeninos gradas a la liberadón de grandes cantidades de oxitodna. Esta hormona, activada por el parto y fortaledda por el contacto físico con el bebé, la dota de un cerebro maternal, atento y protector que obliga a la madre a cambiar sus prioridades y la lleva a proteger celosamente a sus hijos. Este instinto maternal se instala en el cerebro para siempre.

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