Es difícil desenmascarar a un manipulador cuando la víctima es uno mismo y, sobre todo, cuando el manipulador es un amigo. Estas acciones te darán una pista:
Difunde rumores con indirectas y sembrando dudas y calumnias de forma suave, como si en vez de atacar diera una información normal.
Se interesa sólo por sí mismo. Habla de sí mismo largo rato sin importarle que tengas algo que hacer.
Predica falsedades para que acabes contándole algo que preferías callar.
Miente con tanto aplomo y naturalidad que cuesta creerlo.
Desvaloriza y rebaja. Hagas lo que hagas, nunca estará bien. Sabe más que nadie, no hace cumplidos y siempre ve fallos que criticar.
Se contradice hasta llegar a negar, convencido, lo que acaba de decir.