Al regresar de las vacaciones, nos encontramos con la rutina que llevaremos durante todo el año, ya sea estudio, trabajo, familia o todo eso junto, por lo tanto será importante sumarle la posibilidad de entrenar y poder planear los días que le vamos a dedicar a la actividad física. Para lograrlo, hay que romper la inercia y ponerse en acción. A continuación, diez tips a tener en cuenta para el principiante.
Sea flexible con los horarios para entrenar, y no caiga en la tentación de suspender por cansancio, porque es tarde, o por cualquier otro motivo.
El lugar de entrenamiento tiene que quedar cerca, o de paso, para que no sea una dificultad, sino un recreo.
Visualice su esquema corporal, talle, o peso ideal, y sepa que nunca es tarde, y no depende de sexo, o edad, sino de ganas, motivación, y placer.
Anímese a cumplir cada día de su rutina de ejercicios, y poco a poco irá perdiendo peso, y día a día verá los cambios que ocurren en su metabolismo.
Antes de comenzar con su entrenamiento obtenga su apto médico: conocer sus capacidades y límites es una prioridad.
No aumente la ingesta de alimentos o se dé permisos extras, sólo porque ahora entrene. Recuerde: el entrenamiento intenso adelgaza menos de lo que engordan los excesos.
Beba líquido antes, durante y después de entrenar.
Establezca relaciones ya sea en el gimnasio con su compañero del elíptico, o en el grupo de entrenamiento, esto lo ayudará en esos días bajos de energía, a terminar lo que empezó sin dejarlo a medias.
Sea cuál fuera la actividad que elija (running, natación, gimnasio, etc.), ejecútela con la técnica correcta, consulte con profesores capacitados que lo/a guiarán, evitando posibles lesiones.
No olvide que «mañana empiezo» es la excusa predilecta para los que el día de «mañana» nunca llega.