La filosofía oriental nos habla de lo que podríamos llamar «minimalismo social». De la misma forma que el minimalismo material consiste en reducir nuestras posesiones y eliminar de nuestras vidas todo aquello que supone un lastre, el minimalismo social trata de romper con las relaciones estériles, es decir, todas aquellas que no aportan nada bueno y que tan sólo llenan tu agenda y tu riempo de encuentros carentes de sustancia e, incluso, malestar y problemas innecesarios.
La experta en minimalismo Dominique Loreau nos ofrece algunos consejos:
No malgastes ni un minuto pensando en personas que te desagradan o te perjudican.
Identifica a la gente intolerante e incomprensiva que puede frenar tu evolución.
Evita a las personas que no actúan de corazón y que no suelen utilizar el sentido común, porque nunca estarás seguro de lo que piensan ni de cómo pueden reaccionar.
Reduce el tiempo y la importancia que este tipo de personas ocupa en tu vida. Hazlo de forma gradual.