Problemas y soluciones en medio de una crisis

PROBLEMA I

Muchas personas piensan que «si tuviesen el dinero» se les solucionarían todos los problemas. Es cierto, se solucionarían unos cuántos, pero también se taparían otros.

Ejemplo: una pareja tiene gastos e ingresos determinados. Al aumentar sus ganancias elevan sus gastos y no ahorran. Quizás tienen un problema de administración, de priorización o de comunicación porque no se logran poner de acuerdo: no siempre la solución es «más dinero».

Solución posible: antes que nada, es importante tratar de identificar cuá es la verdadera causa de nuestra crisis.

PROBLEMA II

Otras parejas tienen problemas guardados y las crisis económicas no hacen más que «sacarlos a la luz». Por ejemplo, la dependencia de la familia materna o paterna para afrontar gastos puede revelar que «no se ha cortado el cordón».

Solución posible: si bien muchos padres cuentan con la capacidad de ayudar a sus hijos, es importante observar que esa «ayuda» no le juegue en contra a la pareja.

PROBLEMA III

Un error frecuente es observar los gastos del otro sin hacer una evaluación objetiva de los propios: él le dice a ella que tiene el placará lleno de ropa y ella le reprocha a él el televisor de 80 pulgadas que todavía están pagando.

Solución posible: en el seno de una familia es importante observar cómo se maneja uno respecto al dinero antes de criticar al otro. También, es necesario involucrar a los hijos: la sobre-estimulación por el consumo fedebe ser motivo de conversaciones y acuerdos familiares.

PROBLEMA IV

Solemos repetir «Me case con .la persona equivocada. Si me hubiese casado con alguien de mejor posición económica, esto no me estaría pasando», focalizándonos en la persona y no en el problema.

Solución posible: es necesario desterrar este pensamiento antes de transmitirle a los hijos la priorización de lo económico en sus valores.

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