Hay gente que esto le pone mucho, de verdad, aunque a algunos os parezca imposible. El músculo ya no es cosa de hombres y cada vez son más las féminas que deciden, gracias al esfuerzo del gimansio, una dieta estricta y la «magia» de los anabolizantes, desarrollar la musculatura hasta límites impensables, provocando las pasiones de los más fetichistas y el rechazo respetuoso de aquellos que lo contemplan como una aberración estética, que roza también la temeridad, desde el punto de vista médico.
Para muestra, un botón
Más botones aquí