Estar en forma sí, pero sin obsesionarse

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Para muchos, la llegada de la primavera empieza a marcar su obsesión por cuidarse, y en muchos casos por practicar deporte y por estar en forma. Y en ello no hay nada de malo, sino más bien todo lo contrario, ya que tu salud te lo agradecerá. El problema no es ese, sino que en realidad te obsesiones con ello, y hay obsesiones que llegan hasta tal punto que hacen que no quieras verte en el espejo, y que escapes a tu pareja e incluso que no quieras tener la luz encendida mientras lo haces. Y ahí es dónde comienzan las complicaciones, por que este tipo de actitudes solo hacen minar la relación de pareja por algo que es realidad un mal menor.

Si te preocupa tu físico y no estás contenta, lo único que tienes que hacer es consultar un especialista para seguir una dieta, y luego de eso imponerte tu propio plan de deportes. Una vez lo hagas, ir poco a poco consiguiendo metas. Pero eso es una cosa, y otra cosa es la vida con tu pareja, porque es normal que aunque tú te sientas incómoda contigo misma, tu pareja se pregunte si tienes tan poca confianza en él o ella como para evitarle incluso en algo que te preocupa tanto y en lo que de seguro podría apoyarte.

A mi la verdad me parece que lo de estar en forma es una gran idea, pero hay que hacerlo ante todo con cabeza, y sobre todo no puede obsesionarnos hasta casi volvernos locos con evitar vernos al espejo o escapar de que nuestra pareja pueda vernos desnudos y descubrir ese michelin que tan bien cubrías con la ropa.

Imagen: a_marga

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