El hombre puede simular orgasmos.
FALSO. El hombre puede simular la intensidad del orgasmo. Pero tiene que eyacular. Aunque los orientales suelen practicar técnicas con las que pueden obtener un orgasmo sin eyaculación.
Las mujeres llegan más fácilmente al orgasmo en la posición misionera.
FALSO. Es justamente al revés. Cuando la mujer está encima del hombre, tiene mejor control sobre el ritmo de la relación. En cambio, en la posición misionera, a las mujeres les resulta más difícil llegar al orgasmo por la dificultad del estímulo sobre el clítoris.
El tamaño del pene no cuenta para el placer femenino.
VERDADERO. Sólo cuenta cuando la mujer y el varón tienen en su cabeza que el tamaño del pene cuenta y se obsesionan con eso. Durante largo tiempo, los expertos sexuales aseguraron que el tamaño del pene era irrelevante para satisfacer a una mujer. Esta fue una forma de calmar el ego masculino. De hecho, hay gran variedad en largos y circunferencias y una amplia gama de preferencias individuales entre las mujeres. Una mujer puede sentirse atraída hacia un hombre bien dotado, mientras que otra, se sentiría intimidada. Los terapeutas sexuales y la mayoría de las mujeres concuerdan en que el tamaño no es, finalmente, la manera de apreciar a un buen amante.
Cuando un hombre tiene problenlas para mantener una erección, por lo general, la causa es psicológica.
FALSO. La disfunción eréctil tiene que ver muchas veces con causas orgánicas, vasculares, neurológicas, metabólicas, etc. no solamente psicológicas.
El deseo sexual femenino sé incrementa con los años.
FALSO. El deseo no depende de la edad sino del buen estado de salud, de las hormonas, de una buena relación de pareja, del conocimiento que tienen las personas sobre su función sexual y sobre su compañero/a y de su capacidad para sentirse sexuales en cualquier etapa de sus vidas. Es cierto que muchas mujeres se sienten más sexys a medida que envejecen: ya no están preocupadas por el embarazo, tienen más confianza en sí mismas, saben mejor lo que les gusta. Pero, por otro lado, hay mujeres que, al acercarse a la menopausia, sienten cambios, como sequedad vaginal, que pueden apartarlas del interés sexual. Si bien en líneas generales la afirmación no tiene por qué ser verdadera puede que en algunos casos, para algunas mujeres, sí lo sea.