Hoy vamos a hablarles de nuevo de las relaciones de pareja, unas relaciones que casi siempre, y salvo honrosas excepciones vienen acompañadas de gemidos. Pero como son algo tan habitual, hoy nos queremos preguntarnos por qué gemimos cuándo practicamos sexo, y sobre todo si deberíamos evitar los gemidos en la cama o si más bien hemos de dejarnos llevar por la pasión que provocan.
¿Por qué gemimos cuándo hacemos el amor?
Los gemidos mientras mantenemos relaciones sexuales son claramente un modo de demostrarle a nuestra pareja que nos gusta lo que sentimos, que está haciendo las cosas de la manera que nos causa placer. Es una forma de comunicarnos con él sin necesidad de palabras. Además, los gemidos son capaces de excitar al otro, con lo que de seguro que muchos van a darse cuenta de que no solo su pareja se siente orientada sobre lo que les place, si no también se pone a tono. ¡Solamente con la voz, eso si que es poder de seducción!
¿Por qué algunos evitan gemir mientras mantienen relaciones sexuales?
Para muchos gemir mientras hacemos el amor es en realidad algo que hay que ocultar. Justo detrás de esa creencia está el hecho de que hay que reprimir los deseos sexuales, y que hay que esconderlos. Sin embargo, si hemos dicho que los gemidos por un lado nos proporcionan placer a nosotros, y por otro, a nuestra pareja ¿De verdad se puede pedir más? ¡Yo creo que no, así que a disfrutarlos!
