21 buenas razones para practicar yoga (II)

FORTALECE LOS HUESOS

Los ejercicios de sostenimiento de peso fortalecen los huesos y ayudan a retrasar la osteoporosis. El yoga aumenta la densidad ósea en las vértebras, ya que reduce los niveles de la hormona del estrés -el cortisol- y esto favorece la fijación de calcio.

BAJA LOS NIVELES ODE COLESTEROL MALO Y DIABETES

El yoga disminuye el nivel de azúcar en sangre y el LDL (colesterol malo), mientras que aumenta el HDL (el «bueno»). En pacientes con diabetes, favorece la pérdida de peso y mejora la sensibilidad a los efectos de la insulina. De esta manera, se reduce el riesgo de padecer complicaciones diabéticas.

ALEJA EL ESTRÉS

EL yoga relaja, calma la respiración y el ritmo cardíaco, y aumenta el flujo sanguíneo a los intestinos y órganos reproductivos. De esta manera, libera las tensiones y equilibra a la persona.

RELAJA LA MUSCULATURA

La práctica de esta disciplina favorece el desarrollo de la capacidad de percibir en qué lugares del cuerpo se acumula la tensión. De esta manera, se vuelve más fácil liberarse de ella, disminuyendo la fatiga muscular y el dolor común en hombros, cuello, espalda y muñecas.

AHUYENTA LA DEPRESIÓN

Un estudio demostró que la práctica regular del yoga mitigaba la depresión y disminuía los niveles de monoamina oxidasa -una enáma que rompe los neurotrasmisores- y de cortisol. Posturas como la del Loto, elevarse en una curvatura de espalda o la asana del Bailarín Rey pueden ayudar a atenuar la tristeza.

BRINDA RELAX COMPLETO

Es una actividad que supone alivio y descanso. Asanas como la del restaurador, el yoga nidra -un tipo de relajación guiada-, la Savasana, la pranayama (respiración yóguica) y la meditación aumentan la pratyahara, una visión interior de los sentidos que facilita la relajación del sistema nervioso.

AUMENTA LAS DEFENSAS

Las asanas y la pranayama probablemente mejoren la función inmune, pero, hasta el momento, la meditación es la que cuenta con mayor respaldo científico al respecto. Se cree que es beneficiosa para el funcionamiento del sistema inmunitario, estimulándolo cuando es necesario o en caso de afecciones autoinmunes.

OPTIMIZA LA RESPIRACIÓN

Mejora el funcionamiento pulmonar y hace que aumente el ritmo respiratorio nasal. La respiración profunda en la que se basa el yoga, la pranayama, ayuda a limpiar y nutrir el cuerpo: al inhalar aire en profundidad se absorbe oxígeno en abundancia, y al espirar, se expelen productos de desecho.

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