Por lo general, los pensamientos negativos siempre parten de exigencias. Pensar que no podemos equivocarnos, que la gente que triunfa es perfecta, o que si cometemos errores los otros se burlarán, nos impide ver las cosas con claridad y optimismo. Por eso es que la buena autoestima es una de las bases principales de los pensamientos negativos no empañen nuestros días. Pero una buena autoestima que no pasar por «creerse el mejor» sino por permitirse equivocarse: «Aquel que se perdona los errores se quiere, se respeta y aprende» reflexiona la doctora Graciela Moreschi.
El vaso medio lleno o medio vacío
No hay duda de que «todo depende del cristan con el que se mire». Tener pensamientos negativos no tiene que ver con el género (hombres o mujeres), sino con el tipo de lectura que se haga de la realidad. Para los especialistas, la gente no reacciona a lo que pasa, sino a cómo se cuenta lo que pasa. Así es como muchas veces aunque el otro nos sonría, si nosotros interpretamos la sonrisa como socarrana, probablemente nos sintamos heridos (aunque la intención del otro haya sido la mejor).