Trabajo: Pon atención en tu imagen

La impronta que proyectamos en el trabajo puede promocionar o detener nuestro progreso profesional. No hay modo de evadir la fuerza que tiene tu apariencia. La psicología social asegura que uno es juzgado no sólo por sus habilidades, sino también por su ropa, estilo y pulcritud. Ya sea a conciencia o no. los jefes suelen tomar decisiones basados, en parte, en si pueden imaginarte un cargo más importante, si tu perfil coincide con el del puesto en juego. Un conjunto muy colorido puede ser bárbaro para una fiesta informal, pero seguramente no te beneficie en el contexto de una empresa.

Dado que cada profesión tiene su propio código de vestimenta (muchas veces implícito), una buena estrategia, para comenzar es imitar, discretamente el estilo de tu jefe para arreglarse. También es muy importante reordenar nuestra oficina, el espacio en el que trabajamos: un traje impecable es menos convincente cuando está rodeado de pilas de papeles y tazas de café vacías por todos lados. Aunque nos parezca un detalle menor, ser prolijos, pulcros y elegantes nos ayudará a que nos tengan más en cuenta a la hora de un ascenso. ¡Ponlos en práctica!

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