Los especialistas comentan que suelen consultarles parejas cansadas de estar juntos pero que no quieren separarse sino recuperar el tiempo perdido en desacuerdos para transformarlos en placidez. Es importante reflexionar sobre estos aspectos de la pareja:
• Ante los agravios por la insatisfacción, deben hablar todo lo que omitieron cuando temían separarse si no coincidían en sus opiniones.
• Cuando abandonaron el vínculo del placer sexual, culpables de vivir como placentera una sexualidad asignada dogmáticamente como procreativa, se consagraron a sus hijos, erotizándolos e impidiéndoles vivir su propia vida.
• Vuelvan al lecho conyugal y reconózcanse el cuerpo en pareja, recuperando el erotismo que reprimieron durante su rol de padres y reconociéndose como marido y mujer. En el principio eran Adán y Eva, como dice la Biblia.