Un estudio realizo en la Universidad de Harvard comprobó que no cumplir con las 8 horas de descanso recomendadas altera dos mecanismos biológicos regulares. En primer lugar, se altera el mecanismo encargado de registrar las horas que pasamos despiertos y, por otro lado, el que acumula los días o las semanas que dorminos poco (menos de 7 horas). Es así que tanto la pérdida de sueño aguda (no dormir durante 24 horas) como crónica (dormir entre 4 y 7 horas por día) afecta el rendimiento, la atención y los reflejos durante el día.
Además, el estudio también demostró que tratar de recuperar el tiempo perdido tampoco es la solución, ya que genera una falsa sensación de bienestar matinal que, a medida que pasan las horas, disminuye el rendimiento y vuele diez veces más lentas las reacciones. Esta peligrosa deuda de sueño- que según los científicos es impagable- aumenta considerablemente el riesgo de comenter errores o sufrir accidentes.
Fuente: Buena Salud.