La tristeza y el sexo

De forma inevitable, la tristeza se instala en nuestras vidas y no nos deja vivir con normalidad. A veces se produce por un evento traumático en nuestras vidas (la muerte de un ser querido, una mala racha en el trabajo o nuestra vida personal), y otras veces llega sin que se la invite. La melancolía no es compatible con el deseo, ni con la vitalidad del sexo, así que no te preocupes si no te sientes «con ganas»: concéntrate en sanar tus heridas, y ya vendrán.

Sin embargo, el sexo puede ayudarnos a superar nuestro estado de ánimo. ¿Por qué? ¡Sigue leyendo!

Tu cerebro se modifica: Los procesos químicos que intervienen en el acto sexual producen euforia, placer y felicidad gracias a la oxitocina, la endorfina y la dopamina. Un cóctel de emociones positivas que pueden ayudarte a equilibrar la química de la tristeza imperante en tu cuerpo. Puede ser un empujón hacia un estado más sosegado y estable.

La cercanía de la otra persona: Sentir que el otro nos aprecia es bueno para nuestra salud emocional. Si se trata de un ligue de una sola noche, trata de concentrarte en lo bueno y no clavarte en el rollo de no tener una pareja: es bueno para ti porque le gustas a alguien, eres agradable, los demás quieren pasar tiempo contigo. Si tienes una pareja, el amor y las ganas de hacerte sentir mejor adquieren la forma del sexo. ¿por qué no lo tomas y lo disfrutas? De eso está hecha la vida.

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