Probablemente hayas oído más de una vez la muy extendida opinión de que cuando uno se hace mayor, ya no se practica sexo. Sin embargo, aunque antes el tema de la sexualidad quedaba casi reservado de forma exclusiva para la alcoba, ahora que se habla mucho más abiertamente de ello, y que tenemos estudios profesionales que se ponen en marcha para demostrar hacia dónde nos movemos parece haber quedado más que patente que no hay una edad para dejar de tener relaciones. Es decir, que no hay un momento en el que el calendario natural nos marca que tengamos que dejar de tener ganas. Eso depende de cada cual y no hay nada que impida mantenerlas hasta el fin de los días si nuestra salud nos lo permite.
Y es que cada vez la tercera edad se vuelve más activa, y socialmente es más fácil de entender que puedan tener segundas parejas tras quedarse viudos o viudas, al tiempo, se suma que ellos disfrutan cada vez más de incentivos de ocio y que la esperanza de vida se ha alargado considerablemente. Todo eso ha hecho más posible que tener sexo más allá de los 65 años sea algo habitual. Algo de lo que no solo no avergonzarse, sino también algo de lo que estar muy orgulloso.
Por mi parte, me encanta ver a esos ancianitos enamorados de nuevo disfrutando al máximo como cuando eran jóvenes…
Imagen | Gobierno Municipal de Piñas
