En el siglo XIX «hacerlo poco y de mala gana»

Hoy en día el sexo es un elemento que ocupa un lugar prioritario en la inmensa mayoría de las culturas del mundo, al menos en aquellas donde la sociedad ha logrado aflojarse las correas de la religión y avanzar así paulativamente en la conquista de una plena y saludable sexualidad. La civilización occidental es el mejor exponente, con la particularidad añadida de la rapidez del proceso,que en tan solo diez años ha transformado una sociedad casta y mojigata de moral intangible en otra que vive y disfruta de una libertad sexual casi plena. A finales del siglo XIX Ruth Simers, esposa de un clérigo inglés publicó en 1984 «Consejos sexuales para maridos y mujeres», una completa guía para el correcto uso y manejo del sexo con una principal directriz, «hacerlo poco y de mala gana». El libro, que ahora se reedita, pretendía ser un manual para ayudar a las mujeres a «afrontar la terrible experiencia del sexo», con algunas indicaciones que paradojas de la vida, convierten un buen polvo en un mal trago.

-Consejos para follar como un palo, dos veces a la semana y bajando, con la luz apagada y sin el cigarrito de después

  1. Una esposa inteligente permitirá como máximo dos breves experiencias sexuales a la semana, y conforme pase el tiempo ella deberá hacer todos los esfuerzos para reducir la frecuencia.
  2. La mayoría de los hombres obtienen la mayor parte de su satisfacción sexual mientras reposan pacíficamente una vez que el acto sexual terminó. Por lo tanto, la esposa se debe asegurar que el esposo no tenga tranquilidad en ese momento para disfrutar, o de lo contrario podría verse animado a querer más sexo.
  3. Una esposa inteligente hará uno de sus objetivos nunca permitir que su esposo la vea desnuda, y nunca permitirle a él mostrar su cuerpo desnudo a ella.
  4. Durante la penetración, la esposa deberá mantenerse lo más rígida posible. El movimiento corporal podría ser interpretado como un signo de excitación por parte del optimista esposo

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