Puede tratarse de un viaje profundo y personal, o de un evento que nos presenta un nuevo modo de entender la vida. Te proponemos algunos relatos inolvidables, para que el cine espiritual se convierta en un condimento perfecto para el espiritu.
En el camino entre el arte y la autoayuda, ha surgido una nueva e interesante propuesta denominada «cine espiritual». La búsqueda de la verdad y la felicidad, el autoconocimiento y la superación personal son los ejes de esta corriente. Son películas mucho más profundas, que nos acercan a la emoción y al análisis. Nos permiten disfrutar del cine, a la vez que nos conectamos con nuestros sentimientos y problemáticas más profundos.
Para aceptar las adversidades: PEQUEÑA MISS SUNSHINE
Directores: Jonathan Dayton y Valerie Faris
Es una comedia dramática sobre una familia americana que rompe cualquier molde: los Hoover. En una camioneta amarilla, todo el grupo viaja para llevar a Olive, la hija menor, a un concurso de belleza. En el camino, no sólo se evidenciará un cómico caos, sino también aspectos tan humanos como la muerte y la transformación, las miserias y el crecimiento personal. Arraigada en la fuerza de los afectos, esta conmovedora película reflexiona sobre las recompensas de ser un perdedor en una cultura obsesionada con el éxito.
Para aprender a aceptar a los demás tanto como a nosotros mismos: MI NOMBRE ES SAM
Director: Jessie Nelson
Esta inolvidable historia narra, al compás de la música de The Beatles, cómo Sam (Sean Penn), un hombre con deficiencia mental, lucha por mantener la custodia de su hija Lucy, quien a los 6 años comienza a tener más capacidad que él. El Estado inicia un juicio con el fin de cuestionar la capacidad de Sam para educar a Lucy. Aunque la trama es controvertida y probablemente libere el llanto de los más duros, la fuerza del amor, la aceptación y la entrega son los valores que nos deja este hermoso film.