No hay dudas de que las distintas posiciones sexuales permiten el juego en la pareja. Un juego que se empieza a tornar de comunicación, cuando entre los dos pueden redescubrir el erotismo en la variedad y ver qué es lo que más los estimula. No existen generalidades, hay mujeres que gozan más siendo las que controlan la relación con poses que les permitan el movimiento, y hay hombres para los que ciertas posiciones les dificultan la penetración o les ayuda en caso de eyaculación precoz.
Lo más importante para mejorar la penetración profunda es que la mujer se sienta relajada y humedecida lo suficiente, de modo que aquí el tiempo de juego previo es fundamental. La respuesta sexual masculina es diferente. ¿Los motives? Cuando el hombre penetra, en general se vuelven más difíciles los movimientos porque acelera el deseo de eyacular rápidamente. Aqui, otros juegos relacionados con el contacto, el masaje, los besos permiten que la mujer se sienta excitada y el hombre demore el tiempo de penetración.
Hay ciertas posiciones que aumentan el deseo eyaculatorio en el varón y son aquellas donde él está encima de la mujer. A su vez, conocer los puntos de presión ayuda a su demora, y algunos ejercicios como los de Kegel -si el varón puede utilizarlos durante el coito- ayudan a su interrupción.
Las posiciones sexuales variadas son un afrodisíaco para estimular desde la fantasía a la pareja, salir de lo cotidiano y buscar diferencias en los encuentros. Cada pareja sabrá elegir cuáles le producen sensaciones más placenteras.