En la etapa del enamoramiento, todo puede ser muy confuso. Amén de lo emocionante que resulta, también puede ser angustiante tratar de descifrar cada uno de sus movimientos para saber qué es lo que siente o hacia dónde puede tomar curso esa nueva relación.
Pero en realidad puede ser más sencillo de lo que parece saber qué es lo que está sucediendo, sobre todo si el objetivo es simple: ¿le gustas o no? ¿quiere pasar más tiempo o contigo, o preferiría no hacerlo? Enseguida encontrarás algunos ejemplos que te ayudarán a averiguarlo.
¿A qué hora se pone en contacto contigo? Tienes puntos a tu favor si lo hace entre el mediodía y las cinco de la tarde. ¿Por qué no antes, y por qué no después? Antes, seguramente se encontrará ocupado en cuestiones laborales y, además, no desea verse demasiado ansioso. Si te llama después, una vez acabada la jornada, quizá no seas una de sus prioridades. Si contacta contigo muy entrada la noche y aún no hay tanta confianza, quizá sólo quiera divertirse un poco contigo.
Te escribe correos electrónicos: Algunos, los más tímidos, lo prefieren sobre las llamadas telefónicas. Le da oportunidad de compartir cosas contigo que quizá no podría de otra forma, e implica que piensa en ti, en lo que quisiera contarte de estar a su lado o en aquellas cosas que se le cruzan y cree que te gustarían (siempre y cuando no se trate de un correo masivo enviado a otras 300 chicas).
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Fuente | Cosmo
