Recursos esenciales para la buena convivencia en pareja (II)

ASERTIVIDAD PARA EXPRESARSE

Es nada más y nada menos que saber explidtar los sentimientos y emociones, deseos, pensamientos, y creencias, sin acusar al otro, ni agredirlo. Si uno comienza acusando al otro, analizando sus intenciones, adjudicándole motivaciones, es posible que el otro no escuche o rebata sus argumentos sin llegar a ningún acuerdo. Tampoco se puede pretender que el otro adivine lo que uno necesita. Quien así lo pretende está colocándose en el centro del mundo de la otra persona, como si la otra persona no tuviera otra cosa que hacer que estar adivinándolo.

No es lo mismo decir.

«Tu nunca haces lo que te pido» (reprochar), o

«Por tu culpado estoy así»(culpabilizar), o

«Me molesta tu actitud, eres un cómodo que nunca se hace cargo de nada…» (protestar), o

«Si tu hicieras esto, tal vez podríamos salir de esta situación» (manipulación).

A decir:

«cuando ocurre …, yo siento …» Porque cuando la persona expresa lo que siente, el otro no puede más que escuchar.

Es irrebatible, porque el sentimiento es soberano y personal.

Cuando el planteo es directo, el otro puede tomar conciencia de la situación y variar de actitud o elección. Por eso, es importante reflexionar y hacer una autoanálisis. Las siguientes preguntas pueden ayudar en la tarea.

Preguntas para reflexionar:

¿Qué emociones reconozco en mí mismo (pena, tristeza, bronca, alegría, celos, envidia, impotencia, miedo, angustia, vergüenza, aburrimiento, compasión, culpa, etc)?

¿Cómo reacciono ante cada una de ellas? ¿Las demuestro o las oculto?

¿De qué o de quién depende la diferente actitud?

¿Me las permito todas o alguna de ellas me avergüenzan?

¿Soy directo para expresarme o utilizo estrategias, calculo y manipulo para fines que van más allá de la comunicación misma? En caso de ser la respuesta «no», ¿de qué manera lo hago? ¿Cómo manipulo, cuál estrategia uso?

FLEXIBILIDAD

La flexibilidad es indispensable para la adaptación, y en una pareja es fundamental. Flexibilidad implica la capacidad de doblarse, condición necesaria para que algo no se rompa. La rigidez es frágil, por eso necesita ser dura. Muchas personas confunden esa dureza con fuerza. La fortaleza en realidad está dada por la perdurabilidad, la tolerancia, la adaptación, aquel que tiene una conducta rígida, está mucho más expuesto a romperse ante cualquier contrariedad.

Preguntas para reflexionar:

Para conocer la propia capacidad de flexibilidad, conviene contestarse las siguientes preguntas:

¿Me doy alternativas diferentes ante situaciones distintas?

¿En cada situación, considero la posibilidad de actuar de diversas maneras diferentes?

¿Cuando algo no sale como deseo, me enojo, intento de nuevo de la misma forma, trato de variar el método, o considero otra opción?

NEGOCIADORA

Tiene mucho que ver con la condición anterior, ya que quien no es flexible, difícilmente pueda negociar. Pero negociar es diferente a conceder, tolerar, o resignar. Negociar es llegar a un acuerdo que satisfaga a ambos. Hay que evitar las posturas indeclinables, porque lo único que se logra es sostener la oposición del otro, tampoco sirve el tratar de convencer «por las buenas» porque convencer al otro siempre es un acto de poder, «mi razón vale más que la tuya». Negociar significa ante todo reconocer los derechos del otro, sin abandonar los propios.

Estrategia negociadora:

Sirve colocarse físicamente uno junto al otro con papel y lápiz. Allí se volcará el problema.

La idea es tomar conciencia de que la situación problemática es algo que afecta a ambos y
que deben resolverla juntos.

El segundo paso es trazar una línea que divida el papel en dos, uno representa a cada uno de los integrantes de la pareja.

En él se anotan aquellas premisas que consideran imprescindibles tener en cuenta, en orden de importancia.

Por último entre los dos deberánencontrar la opción que contemple por lo menos las dos primeras condiciones de ambos.

Scroll al inicio