EL PUNTO EN COMÚN. Las parejas disparejas o diferentes tienen las mismas reglas de funcionamiento que las parejas semejantes. Para que todo marche bienes fundamental que compartan proyectos existenciales, ya sea un proyecto de familia, uno laboral, artístico o espiritual. Esto hace que disfruten estar juntos y empujar hacia el mismo lado.
LA DIFERENCIA. Puede ser más difícil sostener una pareja «complementaria» que tener una «idéntica». Presenta un desafío: que con el transcurso del tiempo, ese rasgo no pase de ser elegido a ser motivo de reprochey provoque una sensación de abandono más que de equilibrio