Problemas de pareja: Las disfunciones sexuales más comunes

Las disfunciones sexuales pueden ocurrir en cualquier momento de la vida. Si es un hecho aislado es posible que no tenga mayores consecuencias. Pero cuando comienza a hacerse crónico, produce problemas de relaciones de pareja y/o malestar psicológico o emocional. A continuación veremos las disfunciones sexuales más habituales:

Estas disfunciones tienen su origen en el corte del flujo en cada una de estas etapas.

Fase del estímulo: trastornos del deseo sexual hipoactivo. No existen ganas de tener relaciones sexuales, no hay pensamientos eróticos. Se evita el encuentro sexual.

Fase de excitación: hay ganas de tener relaciones, pero una vez en situación no se produce la excitación: en el caso de las mujeres, puede haber falta de lubricación o dolor genital, contracción vaginal que impide o dificulta la penetración; y en los hombres, problemas en la erección.

– Fase de descarga: falta de orgasmo, eyaculación precoz o retardada, problemas para alcanzar el orgasmo con el otro (muchos logran la descarga solos, pero les cuesta soltarse con su pareja).

– Fase de recuperación: a veces, hay dificultades en la etapa posterior, cuando se requiere descanso y comunión. Aquí, la persona no soporta la cercanía de la pareja y «se escapa» (levantándose inmediatamente) o pierde el contacto y la conexión. El problema es cuando el otro quiere estar cerca y esta lejanía genera frustración.

Otros problemas: trastornos del cortejo. Es otra disfinición relacionada con lo vincular, que precede a cualquiera de las anteriores y puede, o no, producir alguna de ellas como consecuencia. Son dificultades para acercarse a otras con fines eróticos o para establecer relaciones amorosas.

Fuente: Revista Pareja y amor.

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