A la hora de entablar formalmente una relación de pareja, ya sea mediante el matrimonio o la convivencia, determinar qué proyecto familiar desea cada uno de los miembros de la relación es central. Es muy importante tener metas a largo plazo al iniciar la relación, pero esas metas habrá que reajustarlas con el paso de los años. Muchas personas prefieren desarrollarse profesionalmente antes de formar una familia, mientras que otras ansian una paternidad temprana, casi sin esperas.
Si ya han tenido esta charlay ambos han decidido que, en algún momento, efectivamente desean tener hijos, la clave es negociar cuándo. Una comunicación fluida y sincera sobre las prioridades y deseos de los dos es muy importante. En todos los casos, es central que ambos estén completamente decididos a tener un hijo y no lo hagan por hacer feliz a quien tienen al lado. Debemos entender que este tipo de decisiones son delicadas y determinantes en una relación de pareja por lo que, si alguno de los dos cambia de idea y desea esperar un poco más, debe buscar el modo de explicarle su postura al otro y buscar un punto intermedio.