Es sabido que la rutina mata el deseo y el ritmo de la vida moderna no suele dejar mucho espacio para la pasión. Entre interminables jornadas de trabajo, las exigencias de los hijos, los avatares de la economía doméstica y el cansancio, poco queda de aquel fuego que alguna vez abrazó los primeros tiempos de la relación de pareja.
En esta situación se puede reconocer un gran porcentaje de las parejas modernas y es entonces cuando los expertos aconsejan esforzarse, planificar, organizar y ser cretivos para poner más romanticismo al vapulento erotismo conyugal. Sin embargo, Joel Block rompe los espequemas tradicionales de la sensualidad con su libro «El arte del sexo rápido» e invita a dejar de lado- aunque más no sea por un rato- las velas románticas, la lencería infartante, el champagne y todo el escenario asociado a una gran noche de pasión.
Su consejo, por el contrario, es hacer el amor sin ninguna preparación y utilizar la espontaneidad como factor revitalizador y estimulante. En efecto, el sexo rápido y con cierta dosis de atrevimiento es la recomendación del psicólogo North Shore-Long Island Jewish Medical Center para aportarle novedad a la sexualidad monogámica.
Fuente: Revista Paula.