El Diccionario de la Real Academia de la Lengua define la palabra “pasión” entre otras a través de estas dos acepciones:
1. Inclinación o preferencia muy vivas de alguien a otra persona.
2. Apetito o afición vehemente a algo.
Son estas dos definiciones aquellas que reflejan también el espíritu de este blog. Pero como todo en la vida la palabra pasión puede ser igualmente definida con otra acepción no tan positiva: “Perturbación o afecto desordenado del ánimo”. Quizás Rosa Montero quiso reunir en su libro “Pasiones” publicado en 1999 esta doble cara de la pasión que es también la doble cara del amor, la doble cara de la vida, la muestra de que la perfección no existe.
Se trata nada menos que de la eterna cuestión pronunciada tantas veces a lo largo de la historia: “Hay amores que matan” o “Del amor al odio hay un paso”. Esto les sucede a los personajes de la obra de Rosa que, por cierto, no son ni mucho menos ficticios. «Pasiones» es la descripción de 18 grandes idilios de todas las épocas: Juana La loca y Fernando el Hermoso, Eva y Juan Domingo Perón, Sonia y León Tólstoi, Oscar Wilde y Lord Alfred Douglas, A. Rimbaud y Paul Verlaine, Sissí y Francisco José y muchos más.
De este modo el lector recorre, adentrándose en la vida de personajes conocidos, lo diferente que pueden ser unos idilios y otros y toma conciencia de la mezcla en ellos de contradicciones: amor, desamor, veneración, odio, admiración, celos, felicidades artificiales, tristezas reales, dichas infinitas,… En «Pasiones» hay lugar para todo tipo de sentimientos. Una obra que seguro entusiasma a nuestros lectores.