Mejorando con ayuda de tu pareja (II)

(Continúa)


2. No pelear: Lo más importante es no dejar que ese apoyo se convierta en causa de pleito. Para ello deben evitar reñirse, mostrarse demasiado duros o exigentes. Es importante recordar que el cumplir o no cada uno de esos propósitos es asunto de cada uno, y no es una afrenta contra el otro si no se llevan a cabo. Huyan a todo vapor de las actitudes paternalistas o maternalistas respecto a las acciones del otro.
3. Aprovechen el amor: Lo ideal es limitarse a servir como un recordatorio de lo que la otra persona desea alcanzar. Mientras más amable y afectuosa sea la motivación, será más fácil que el otro tome impulso.
4. No olvidarse de uno mismo: No perder el foco. Que los propósitos del otro le resten protagonismo a los nuestros es algo que no debemos dejar que pase. Vela por tu bienestar.
5. No ser condescendientes: Es igualmente importante. ¿Cómo hacerlo? Cuando el otro incurra en una actitud negativa, recordarle que está alejándose del propósito original. Si de todos modos decide hacerlo, podemos decirle algo como “Piénsatelo un poco más. Me enorgullece como te has esforzado, y sé que no te gustaría echar tu esfuerzo por la borda”.

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