Ligar como una misión obsesiva

Los hay por quien mucho, y los hay por quien poco. El caso es que nunca estemos contentos. Pero es que hay personas que llegada cierta edad empiezan a obsesionarse por aquello de «lo que hay que hacer«. Y puede que sea porque tengo varios amigos con esas crisis de los «casi treinta» que hoy hago esta reflexión en forma de post. Yo por mi parte, a puntito de cumplir los 27, estoy por fin soltera, y lo digo porque llevaba encadenadas varias relaciones de tiempo, y no puedo estar más feliz. Pero hay quien no se conforma con ello y parece que necesita una pareja.

Y no la necesitan porque quieren a alguien, o porque les gustaría compartir su vida, la necesitan por eso » de sentar la cabeza». Así, ligar más que un placer se convierte en una verdadera misión obsesiva, es decir, que hay que salir a ver que se cuece y buscar sí o sí, no a la media naranja o a lo que quieras llamarle sino al primero que se encuentre para la misión «sentar la cabeza»

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Ligar como una misión obsesiva

La obsesión llegan en algunos casos a extremos como que se olvidan de lo que realmente importa y ni siquiera son capaces de disfrutar de todo lo que uno se pierde cuando no tiene pareja. Porque es verdad, tener pareja es en muchos aspectos fantástico, pero en otros tanto nos dejamos cosas en el tintero. Por eso hoy, hago un llamamiento a esos que tienen al ligar como única misión en la vida, que todo llega, y no por obsesionarse más se encuentra antes, ni es mejor; sino que en la mayoría de los casos todo lo contrario.

Imagen | rdenubila

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