Cuidar nuestra imagen mejora la autoestima

Con la apariencia damos a conocer, directa o indirectamente, información sobre nosotros mismos. A través de ella, se da un doble juego. Si nos queremos, reflejaremos una imagen arreglada. Y, al mismo tiempo, todos los cuidados que tengamos alimentarán la autoestima, es decir, el sentimiento valotivo de nuestro ser.

Un buen ejercicio es paramos frente al espejo y observar nuestro cuerpo:

¿Qué sentimos al mirarnos?
¿Cuáles son las partes que quisiéramos modificar?
¿Y las que más nos gustan?
Dediquemos un tiempo a observar nuestra cara: ¿refleja alegría o tristeza?, ¿seguridad o inferioridad?

El objetivo es poner en juego algo que los especialistas llaman auto-aceptación: reconocer como propios tanto los defectos como las virtudes. Comencemos, entonces, por aceptar que ésa es nuestra imagen. Ese cuerpo que se refleja en el espejo nos acompañará el resto de nuestras vidas, y no podemos cambiarlo por otro. Lo mejor será, entonces, cuidarlo para se conserve sano y vital. Reconocernos así nos enseñará que siempre podemos estar mejor, tanto por dentro como por fuera. Y  está en nosotros lograrlo.

Scroll al inicio