Muchas personas consideran que una amistad puede llegar a ser mucho más fuerte que cualquier otro tipo de vínculo. Sin embargo, hay momentos en que el lazo no da para más, y pasa a generar situaciones de insatisfacción y decepción. Consejos para terminar con la relación sin lastimar a nadie ni salir herido.
No tener nada en común, pensar diferente y, en consecuencia, sentirnos incómodos con otra persona pueden ser indicadores de que la relación llegó a su fin.
Esto se escucha comúnmente en parejas en crisis. Sin embargo, no es exclusivo de ellas. Existen infinidad de causas por las cuales un «amigo del alma» pasa a ser, ante nuestros ojos, un simple individuo con el cual se comparten charlas triviales y sin ningún tipo de confianza. Si se ha llegado a esta instancia, lo más aconsejable es dar vuelta la página apelando a nuestra sinceridad y sentido común.
¿Una historia sin final?
Creíamos que compartíamos «el mismo sentimiento» y, por ello, dejamos pasar cosas hirientes o que nos desagradan «en nombre de lo vivido». El dolor y el miedo al «qué dirá» no debe paralizarnos: hay que observar los acontecimientos con objetividad y poner en la balanza hasta qué punto nos hace bien seguir así. Si sus dichos hirientes nos desagradan debemos hacérselo saber.
No se culpe a nadie
Si una relación ya no funciona más, no tenemos por qué sentirnos responsables ni culpar al otro. A veces, las personas sólo cambian, y lo qvie en un momento funcionó de maravillas, hoy se torna totalmente incompatible con nuestra forma de ser o de pensar actuales.