Se proactiva en cuanto a tus malos sentimientos
Si te ocurre que sólo pensar en la separación te deprime, y te lleva a ir en círculos una y otra vez, creando más y más pensamientos negativos, entonces haz algo: escribe o habla sobre lo que te ocurre. Escribe un diario, un blog, un mail, una carta para ti misma o charla con alguna persona cercana a ti (amigas, amigos, familiares, terapeutas…). Sácalo de tu sistema para no lidiar más con su peso.
Crea esa rutina: a cada pensamiento negativo, una reacción oportuna.
Distráete
Una vez que has hecho algo con los pensamientos que te obsesionan, busca distracciones positivas que te permitan evitar producir esas sensaciones negativas nuevamente. Desde ver televisión y películas (de lo más divertido y ligero) hasta leer, meditar, relajarte con yoga. O bien prueba actividades físicas intensas: ejercicio, limpieza de casa… Todo aquello que te ayude sentirte relajada, enfocada, activa y útil… y que ponga a tu cerebro en el camino de una química positiva.
Continúa | Cómo terminar con la obsesión tras una ruptura (III)
Fuente | Huffington Post
Imagen | María Marín