El tercer paso en nuestro método de la ruptura perfecta
3. No te preocupes por conservar un amigo
La verdad es esta: tienes los amigos que necesitas. Y una persona que conoce tus flancos débiles y que, sin duda, los usaré para manipularte hasta que consiga que cometas un error que te devuelva a sus brazos, no será un amigo, sino un ex a la expectativa.
Toda promesa, plan, cita, proyecto o vaguedad que dejes flotando en el aire, será aprovechado por alguien que se sabe rechazado para tenerte de vuelta, y no por amor, sino por simple y llano orgullo.
Di lo que deseas, y dilo sabiendo que en 10 minutos lo que mantiene unida a esa persona frente a ti va a dejar de existir y de pesar. La amistad es otra cosa, y no lo que se ofrece en un momento así.
Dicho con crudeza: no hay, sobre la faz de la tierra, un ex que haga un buen amigo. Ni lo habrá.
Así que no te sientas obligada a discutir, después de la ruptura, ningún término de lo que ha pasado. Nunca.
Fuente: Esquire.com