¿Miedo al compromiso?: El síndrome de Peter Pan

Si esa persona aniñada con la que intentas formalizar una relación sentimental no quiere comprometerse, pero tampoco puede vivir sin ti, es que has topado con un peterpan. Así le ayudarás:

El término Síndrome de Peter Pan ha sido aceptado en la psicología popular desde la publicación de un libro en 1983 titulado The Peter Pan Syndrome: Men Who Have Never Grown Up (El síndrome de Peter Pan, la persona que nunca crece). Son numerosas las personas que padecen miedo al compromiso, un problema que las paraliza a la hora de afrontar múltiples situaciones de la vida cotidiana: independizarse, hipotecarse, construir pareja estable y una larga lista de responsabilidades que los inmaduros peterpanes se encuentran incapaces de asumir.

Nunca jamás madurará

Los años pasan por ellos como por los demás, pero ellos creen haber bebido del elixir de la juventud y presumen de ser los más fiesteros, de estar en plena forma, de ser grandes seductores y muy liberales. En su libro El síndrome de Peter Pan, Dan Kiley dio nombre a este desequilibrio, al que definía como el «conjunto de características que tiene aquella persona que no sabe o no quiere renunciar a ser un hijo/a para empezara ser padre/madre.

Hay muchos peterpanes de entre 30 y 40 años refugiados en casa de sus padres. No quieren asumir grandes responsabilidades, como diseñar su propio futuro; sienten que todavía no es el momento, y encuentran mil excusas. Son incapaces de madurar y hablan de sueños imposibles de cumplir. Dicen ser los más aventureros en el amor. Sus vidas se debaten entre el País de Nunca Jamás y el mundo real.

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