Recuperar la ternura al hacer el amor

Relacionarnos en la intimidad con nuestra pareja es un arte que requiere de un cultivo emocional permanente: uno de los desafíos más grandes es que la vivencia no se transforme en un mero acto genital, y que sea nutrida con la dulzura y la sabia manifestación del afecto.

Llevar adelante una vida sexual activa, hoy en día conlleva algunos riesgos que van más allá del ámbito de la salud. Tener relaciones ocasionales o duraderas, bajo signos de estrés y agotamiento, ha llevado a muchas parejas a que su vida íntima se inicie y culmine sólo en la zona genital. Sin embargo, existen varios factores y elementos que pueden tenerse en cuenta con el fin de devolverle al acto amoroso, el pleno uso de un sentimiento que lo potencie: este es el caso de la ternura. Esta emoción no es más que la forma verbal de expresar lo que nuestro cuerpo puede manifestar frente a una situación que lo despierta y lo provoca. Caricias, besos y cosquillas, se convierten así, en el acto manifiesto de una forma de sentir que parece haberse perdido con el paso del tiempo.

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