De acuerdo con el principio de acción y reacción, fódo lo que generamos, de alguna forma y en algún momento, nos vuelve. Por eso, ¿qué mejor que acostumbrarnos a llevar a cabo buenas acciones con nuestro entorno?
Sé positivo
Aprovecha cualquier ocasión, desde hablar con un colega a ir a comprar el diario, para tratar con respeto a los demás. Así, podes contagiar una buena energía que se seguirá expandiendo entre tus vínculos; y, en última instancia, va a volver a vos.
Trata a todos por igual
No te esmeres por ser cortés sólo con las personas que pueden darte algo a cambio. Nunca sabes quién puede llegar a ser importante para vos en un futuro.
Muestrate amable
Al no incluir la amabilidad en nuestra forma de dirigirnos a los demás, podemos perder grandes oportunidades ¡Naturaliza la generosidad en tu vida diaria!
Limpia tu conciencia
Evita ofender a los demás. Por más que no vuelvas a cruzárte¬los, la conciencia siempre te va a recordar un mal gesto.
Escúchate a ti mismo
Nuestra voz interior nos ayuda a detectar señales no verbales que andan dando vueltas; por ejemplo, si una persona es confiable, si es buena o si, por el contrario, es malintencionada. ¡Aprovecha esa cualidad que tenemos!