Ya hemos visto los motivos por los cuales podemos ser infieles. Ahora veremos cuales son las razones para serle fiel a su pareja. Si preguntamos, la mayor parte de la gente dirá que es fiel (si lo es) por amor, y por las consecuencias de este amor: por no hacer sufrir, para no provocar malos rollos… Pero existen otras razones:
- Por amor. Tu pareja absorbe toda tu fuerza erótica. No te sientes disponible para nadie más.
- Por sentirse inferior a la pareja. Tu enorme gratitud te convierte en un servidor incondicional.
- Por razones éticas o morales. Tu religión te lo impide.
- Por escarmiento. Has sufrido tanto con otras experiencias amorosas que prefieres no arriesgar más.
- Por dependencia económica. Las mujeres siguen siendo las responsables mayoritarias de la familia y el hogar, lo que implica muchas veces jornada reducida y sueldos imposibles para estar sola. El miedo al abandono anula toda posibilidad de deseo extraconyugal, e incluso conyugal.
- Por miedo a perder a los hijos. Este temor se asienta en la culpabilidad y el miedo a ser expulsado de la familia.
- Por estabilidad. Has contruido una célula familiar que te espera y que, a su vez, te da lo que esperas. No la pondrás en peligro. Por falta de energía. El proceso de seducción y compromiso emocional, lejos de estimularte, te agota sólo de imaginarlo.
- Por miedo a perder lo que posees. La infidelidad exige una gran fuerza de transgresión, de rebelión. Para que no se vaya con otras personas. Cuántas personas, especialmente mujeres, hacen el amor solo para retener.
- Por agotamiento. Especialmente las mujeres con altas exigencias hacia los hijos, el marido, el trabajo, la casa, la imagen personal y la cultura. Una fidelidad no tanto por elección amor sólo para retener.