A pesar de que la sexualidad se vive de forma diferente según la edad y las diferentes etapas de la vida, existen una serie de ingredientes básicos que te permitirán disfrutar plenamente de la sexualidad y adaptarte a los distintos cambios de la vida.
SÉ TÚ MISMA: En la sexualidad lo más importante es ser genuina. Para vivir plenamente la sexualidad se requiere de honestidad y cualquier engaño afecta la satisfacción. Recuerda, que no hay que ser perfecta ni tener un cuerpo de modelo. Mejorar la vida sexual es un proceso de aprendizaje constante. Si nos exigimos que debemos ser buenos en la cama sólo conseguiremos más inseguridad.
COMUNICARSE: Es uno de los elementos más importantes en las relaciones. No hablar y no decir lo que uno quiere son los principales motores de distanciamiento e incomprensión. La comunicación puede ser tanto verbal como gestual. Muchas veces una sonrisa o una mirada pueden transmitir muchas cosas.
LA IMPORTANCIA DE LAS CARICIAS: En las relaciones sexuales muchas veces no se acostumbra a darle tanta importancia a los besos y las caricias consideradas como elementos secundarios e ir directamente al acto sexual. Esto es un error. Dar y recibir caricias es de los mayores placeres que existen y un excelente afrodisíaco. El acto sexual mejorará en gran medida si se le da importancia a estos aspectos.
EL HUMOR: Uno de los principales problemas de las relaciones sexuales es que se toman demasiado en serio. Se hace de ellas una parte esencial de la vida y muchas veces nos volvemos inseguros y temerosos. Verlas como un juego divertido es la mejor manera de pasarla bien. Reír es el mejor relajante y antiestresante que existe.
ROMPER LA RUTINA: Una vida sexual rica requiere cierto grado de novedad y experimentación, lo cual es conveniente si no queremos caer en la monotonía de la rutina. Además de romper con lo de siempre, sirve para conocernos mucho más y explorar lo que no sabemos de nosotros mismos.