¿Temes que tu relación de pareja se enfríe, que tu novio se aburra de ti, quedarte sola? Quizá él no necesita que vuelva el romanticismo de los primeros años, ni verte guapa y perfecta cada día, sino que eres tú quien en realidad echas de menos todo eso. Piensa que ni el otro es exactamente como tú crees, ni existe un peligro auténtico de que ocurra lo que tanto temes. Más bien al contrario, es por culpa de los pensamientos negativos que provoca una proyección por lo que las relaciones se ven deterioradas. Para evitarlo, toma medidas:
1. Sé sincero con el otro. Para identificar tus necesidades, lo mejor es analizar lo que te está pasando, lo que echas en falta y lo que temes que pueda ocurrir. Actúa con sinceridad. Es el momento de pedir sin exigir. Habla con franqueza, diciendo lo que te pasa y cómo te sientes. Autoafirmarse ayuda a acabar con la dependencia que sientes hacia el otro. Además, todo lo que se pide con respeto, se valora y se concede de la misma forma.
2. Conecta con tus propios temores, aquellos que permanecen en la sombra. Es necesario para mantener tu integridad y la del otro intactas. Intenta ver las situaciones con cierta objetividad, en lugar de
dejarte llevar por una vorágine de emociones y pensamientos negativos. Esto te ayudará a seguir siendo respetuoso con los demás (si lo eres con los otros, lo eres contigo).
Quien descalifica, se descalifica a sí mismo, y en el amor no hay cabida para las faltas de respeto, el acoso o las acusaciones. Sólo conectando con tu miedo interior permites al otro responsabilizarse de sus propios temores y de sí mismo, algo necesario en una relación. Cada uno ha de tener afán de superación y mantener su propio espacio interior.
3. Vive el presente. El presente es, sin duda, tu única certeza. En el ahora está la única realidad que
vives y viven los demás a tu alrededor. Si te sigues preocupando por lo que pasará mañana, o por lo que ocurrió ayer, y crees que se repetirá, nada cambiará. La manera de que las cosas cambien es vivir el presente de la forma más auténtica posible, ocupándote de aprovechar cada momento de manera positiva. La única forma de tener un buen futuro es haciendo un buen presente. Por eso, si temes que la otra persona vaya a aburrirse de ti en el futuro, intenta no aburrirla tú antes en el momento en que vives. Recuerda que lo que te incomoda o temes del otro puede ser lo que aún te queda por resolver dentro de ti.
