En tu relación de pareja ¿misoginia? (I)

Muchos piensan que el misógino es ese malvado personaje de culebrón que es capaz de propinarle bofetadas a la heroína. Es decir, se piensa que es un maltratador físico, un villano identificable por su comportamiento agresivo. En realidad, la misoginia puede ser más silenciosa y, por ende, entrañar más peligros.

Se trata de una conducta que puede provocar daños irreversibles en las mujeres, y poco a poco, en la sociedad entera: el término lo indica, misoginia significa “odio hacia las mujeres”. Y eso implica odiar una buena parte de lo humano. Pero no es simple. El misógino no odia a las mujeres: las necesita, pero al mismo tiempo, les teme. Teme el rechazo y el abandono, actúa en consecuencia “amándolas” de forma destructiva.

¿Cómo distinguirla en nuestra relación de pareja? Determina si te sientes identificada con estas situaciones:

– ¿Te confunde que tu pareja pase de la cólera a la dulzura en un abrir y cerrar de ojos? (“¿Podemos olvidarnos del asunto? No era para tanto”)
-¿Tus opiniones, sentimientos y logros son ignorados, minimizados o saboteados? (“Sí, pero si no te hubieran ayudado…”)
-¿Te ves en la constante necesidad de justificarlo ante los demás? (“Pero es que yo tengo la culpa”, “No lo conoces como yo…”)

Estos son algunos síntomas que pueden ayudarte a identificar una relación próxima a convertirse en una experiencia muy dañina para ti, así que no dejes de leer.

(Continúa)

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