El poder de las palabras


Las palabras son nuestro mejor invento. ¿Te has fijado que las personas con mayor capacidad verbal obtienen lo que desean de forma más eficaz? No desdeñes el poder que puede otorgarte utilizar las palabras adecuadas en el momento preciso, sobre todo en nuestras relaciones con el sexo opuesto: es como tener a nuestra disposición el «Ábrete Sésamo».
1. Fuera oscuridad: Ser claros es la primera regla. Llamar a las cosas por su nombre, evitar la ambigüedad de hechos o significados, y procurar ir al grano eliminan muchos malentendidos, justo lo que suele empeorar un diálogo porque se pierde el centro de la discusión: pronto ésta podrá ser acerca del «cómo», y no sobre el «qué».
2. Desplazar al «TÚ» por el «YO»: Una de las formas más sutiles de comunicación tiene que ver con el sujeto al que elegimos achacar una acción mientras hablamos. «Tú dijiste» es más agresivo que «Yo escuché», e implica deslindarse de una responsabilidad y atribuírselo al otro. Si nuestro ánimo es conciliatorio, mejor modifiquemos la fórmula. Son pequeños detalles que pueden marcar la diferencia.
3. Las palabras mágicas: «Por favor» y «Gracias» son dos llaves maestras. Utilizar ambas en tu vida cotidiana, en el trato con todas las personas (no sólo con aquellas a quienes desear agradar) y no olvidarte de usarlas también en tu relación de pareja,indica que posees gentileza y consideración, dos cualidades deseables en cualquiera que permanezca cerca de nosotros. Mejor aún si van exentas de ironía y pronunciadas con honestidad.

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