Dificultades para la excitación

Explicación de la especialista:

El deseo y la excitación son fases voluntarias: una escalera que hay que ir ascendiendo con juegos que permiten prolongar en el tiempo la respuesta sexual. Cuando se llega al orgasmo es porque el cerebro, motor de la sexualidad, envió el mensaje de estimulación a través de la sangre.

La misma se inicia con la percepción del entorno estimulante: el compañero, el medio ambiente, las palabras que escucha, los olores y también de factores que pueden ser inactivadores o represores, por ejemplo, el timbre, cuando suena el celular, llegaron los chicos, una palabra que no gustó, algo incómodo de la cama…

El cerebro funciona reprimiendo o estimulando los neurotransmisores, enviando «e-mails» a través de los cuales el corazón empieza a bombear más sangre y la persona percibe que se está excitando. Pero para esto, el corazón debe funcionar bien para enviar sangre, así como la tiroides debe estar en buen funcionamiento para que los mecanismos hormonales no fallen.

Cómo tratarlo:

Abordaje Psicoterapéutico: La terapia individual en estos casos puede ayudar. Los pacientes son complejos, suelen tener vergüenza, no saben cómo expresarse o «disfrazan» lo que les pasa para no afectar la autoestima del compañero. Por eso a veces se los invita a concurrir separadamente a las consultas.

Opción médico-farmacológica: Si ya se ha solucionado cualquier trastorno en el deseo sexual, las disfunciones de la etapa de excitación se tratan con sildenafil, magnesio, selenio, vardenafilo, tadalafilo, arginina o ginseng, en tratamientos de acción general y local.

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