Explicación de la especialista:
Es una situación muy frecuente. Se trata de la contracción involuntaria de los músculos que rodean la entrada de la vagina, impidiendo así la penetración. La paciente no puede hacer absolutamente nada para aflojar sus músculos.
Cómo tratarlo:
Abordaje Psicoterapéutico: El tratamiento debe fundamentarse en que la paciente yaya adquiriendo confianza en sí misma y aprenda a conocer su cuerpo y las reacciones del mismo. Ella debe poder asumir que un coito no la va a dañar ni va a perder el control.
Opción médico-farmacológica: Para atenuar la idea del «no voy a poder», también se prescriben algunos medicamentos que no curan el vaginismo pero facilitan la pérdida del miedo durante el tratamiento. Los medicamentos que utilizamos tienen un efecto antifóbico, como los antidepresivos IRSS, pero no se recetan para toda la vida, sino hasta que la paciente logra conocer su cuerpo y pierden el temor. Estos son trata¬mientos cortos, de diez a quince consultas como término medio.